lunes, 24 de marzo de 2008

En una película documental y yugoslava se ve cómo el instinto del pulpo hembra entra en juego para proteger por todos los medios a sus huevos, y entre otras medidas de defensa organiza su propio camuflaje amontonando algas y disimulándose tras ellas para no ser atacado por las murenas durante los dos meses que dura la incubación.
l
Como todo el mundo, Lucas contempla antropomórficamente las imágenes: el pulpo decide protegerse, busca las algas, las dispone frente a su refugio, se esconde. Pero todo eso (que en una primera tentativa de explicación igualmente antropomórfica fue llamado instinto a falta de mejor cosa) sucede fuera de toda conciencia, de todo conocimiento por rudimentario que pueda ser. Si por su parte Lucas hace el esfuerzo de asistir también como desde fuera, ¿qué le queda? Un mecanismo, tan ajeno a las posibilidades de su empatía como el moverse de los pistones en los émbolos o el resbalar de un líquido por un plano inclinado.
l
Considerablemente deprimido, Lucas se dice que a estas alturas lo único que cabe es una especie de intrapolación: también esto, lo que está pensando en este momento, es un mecanismo que su conciencia cree comprender y controlar, también esto es un antropomorfismo aplicado ingenuamente al hombre.
l
"No somos nada", piensa Lucas por él y por el pulpo.
ñ
Un tal Lucas, Julio Cortázar

sábado, 22 de marzo de 2008

"(Dijeron, pues, los impíos entre sí discurriendo sin juicio): corto y lleno de tedio es el tiempo de nuestra vida. No hay consuelo en el fin del hombre, ni después de su muerte, ni se ha conocido a nadie que haya vuelto de los infiernos o del otro mundo. Pues nacidos hemos de la nada y pasado el presente seremos como si nunca hubiéramos sido. La respiración o resuello de nuestras narices es como ligero humo, y el habla o el alma como una transitoria chispa con la cual se mueve nuestro corazón; apagada que sea, quedará nuestro cuerpo reducido a cenizas y el espíritu se disipará cual sutil aire. Desvanecerse ha como nube que pasa nuestra vida y desaparecerá como niebla herida de los rayos del sol, disuelta en su calor. Caerá en olvido con el tiempo nuestro nombre sin que quede memoria de nuestras obras (...) y pasará nuestra vida como rastro de nube, y se disipará como niebla herida por los rayos del sol que a su calor se desvanece.
l
Pues el paso de una sombra es nuestra vida, y sin retorno es nuestro fin, porque se pone el sello y ya no hay quien salga. Venid, pues, y gocemos de los bienes presentes, démonos prisa a disfrutar de todo en nuestra juventud.
ñ
Hartémonos de ricos, generosos vinos, y no se nos escape ninguna flor primaveral.
l
Coronémonos de rosas antes de que se marchiten, no haya prado que no huelle nuestra voluptuosidad.
ñ
Ninguno de nosotros falte a nuestras orgías, quede por doquier rastro de nuestras liviandades, porque esta es nuestra porción y nuestra suerte".
ñ
Abismos de pasión, Luis Buñuel.

domingo, 16 de marzo de 2008

Durante el período augusteo se procedió a realizar una revisión de las tradiciones puramente romanas como reacción ante la afluencia de nuevos hábitos y costumbres de gusto oriental llegados a Roma durante el final del período republicano. Siguiendo el gusto de las cortes helenísticas, el tradicional recato romano dio paso a una exaltación de la riqueza y la desmesura que hicieron tambalear las bases de la sociedad romana.
l
Augusto, a su llegada al poder, intentó frenar este gusto desmedido por el lujo devolviendo al pueblo romano numerosas tradiciones que estaban llamadas a desaparecer. Esta política se hizo en todos los ámbitos, como explica Paul Zanker en "Augusto y el poder de las imágenes", llegando a tener incidencia, incluso, en el ámbito de la vivienda privada.
ñ
Augusto como abanderado de la recuperación de las tradiciones romanas, predicó con el ejemplo, residiendo en una vivienda relativamente modesta y llevando una vida sobria y sin grandes lujos. Como modelo que fue para la sociedad romana muchos de sus seguidores decidieron recuperar la vieja tradición republicana y devolvieron la sobriedad a sus hábitos de vida y a sus propias viviendas.
ñ
Quizá donde más visible es esta transformación es en el atrio de la casa tradicional. Originalmente esta pieza de la casa era la utilizada para hacer la vida en ella, de modo que allí se cocinaba y trabajaba, pero en este momento en que el atrio ya se ha convertido en una pieza de paso y de representación, va a recibir una serie de elementos como recuerdo de su origen. Ejemplo de esto es la presencia de brocales de pozo y mesas de mármol o cartíbulums.
l
En origen el atrio era un espacio abierto que permitía el abastecimiento de agua para la vivienda, que se almacenaba en cisternas, por lo que era necesaria la presencia de un brocal de pozo para su recogida. En el período augusteo esta pieza pasa a convertirse en una pieza de exaltación, además de ser funcional, de modo que es muy frecuente encontrar ejemplos de mármol labrado o cerámica modelada. Junto a esta pieza aparece asociada el cartíbulum, mesa de mármol, que hace referencia a la antigua mesa de cocina que se localizaba en el atrio. En este momento su uso como mesa de cocina está totalmente perdido y pasa a convertirse en un mueble de lujo usado para exponer piezas de valor.
l
Como piezas de ostentación que son, se caracterizan por su riqueza y su altísima calidad técnica. Este ejemplo procede de la Casa de Marcus Holconius Rufus en Pompeya, y a mi gusto es la pieza más exquisita que se hallado hasta el momento. Como no puede ser de otro modo la he utilizado en el atrio de la Casa de Vibia Sabina.

jueves, 13 de marzo de 2008

Otra característica de las decoraciones del III y IV estilo es la estructuración de su zona media en tres áreas, presentando la central, por regla general, un emblema con temática más o menos variada, y las laterales paños uniformes de color con figuras flotando sobre ellos. El uso de estas figuras no es arbitrario, a pesar de su eminente carácter decorativo, y suelen representar el mismo tema a ambos lados del emblema central, aunque con ligeras variantes.
.
Este detalle decorativo es el "pendant" del ejemplo que colgué hace unos días, y representa nuevamente una pareja de sátiro y ninfa. Por ubicarse estas pinturas en una de las estancias más importantes de la casa, el tablinum, la selección de las figuras se ha hecho con especial cuidado y se han ejecutado con una gran maestría.

martes, 11 de marzo de 2008

"Aprender, sobre todo, a desconfiar de la memoria. Lo que creemos recodar es por completo ajeno y diferente a lo que en verdad sucedió. Cuántos momentos de un irritante y penoso hastío nos lo devuelve la memoria, años después, como episodios de una espléndida felicidad. La nostalgia es la mentira gracias a la cual nos acercamos más pronto a la muerte. Vivir sin recordar sería, tal vez, el secreto de los dioses".
.
"Empresas y tribulaciones de Maqroll el Gaviero", Álvaro Mutis

domingo, 9 de marzo de 2008

Los estilos III y IV pompeyanos se caracterizan, entre otras cosas, por la presencia en su zona de media de figuras flotando en medio de una masa de color uniforme. Así, ya sea sobre un fondo rojo, amarillo, blanco, negro o azul es frecuente encontrar figuras de divinidades, numerosos erotes en múltiples actitudes, figuras relacionadas con el cortejo dionisíaco o medallones con decoración en su interior a modo de pequeños cuadros.
.
El ejemplo que he utilizado es un detalle de la decoración del IV estilo del tablinum de la Casa de los Dioscuros en Pompeya, y como muchos otros detalles decorativos fue arrancado por los excavadores y convertido en un pequeño cuadro, tal y como muestra la fotografía, habiéndose perdido la intención decorativa que poseía en origen. Este tipo de actuación fue tan frecuente durante los primeros años de excavación en Pompeya y Herculano que numerosas decoraciones fueron totalmente destrozadas y actualmente sólo se conocen los elementos decorativos que más gustaron a los excavadores, pudiendo verse en el Museo Archaeologico Nazionale di Napoli.
.
Esta pareja de sátiro y ménade la he utilizado como detalle de la decoración del IV estilo de un oecus abierto al peristilo de la casa de Vibia Sabina.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Los grandes originales de la pintura clásica desgraciadamente se han perdido, aunque podemos hacernos una idea de su ejecución gracias a la presencia de numerosas copias en las decoraciones murales pompeyanas y a los escasísimos ejemplos conservados, como los hallados en las tumbas reales de Vergina.
´l
Las obras de Parrasio, Zeuxis, Apeles o Polignoto sólo se conocen a través de las fuentes literarias, aunque es muy probable que entre las decoraciones de época romana se conserven copias de ellas. Su atribución y fidelidad es muy discutida, sobre todo cuando se encuentran varias versiones de un mismo tema; sin embargo existen algunos ejemplos que sí parecen copiar muy fielmente originales griegos. Se trata de la reproducción de "pinax" o tablillas pintadas.
.
Por regla general en Grecia las obras de mayor valor eran las pinturas de caballete, en las que los artistas intentaban plasmar su mayor virtuosismo ya que en numerosas ocasiones se convertían en ofrendas para las divinidades y terminaban decorando templos. Con la llegada de la dominación romana la gran mayoría de estas obras pasaron a formar parte del circuito comercial y algunas de ellas se hicieron muy populares, tal y como demuestra la presencia de numerosas copias de una misma obra, como el "Perseo liberando a Andrómeda" atribuido a Nicias.
m
De más dudosa atribución son los denominados "pinax". Se trata de reproducciones de tablillas pintadas al estilo puramente griego, que suelen utilizarse como detalles decorativos en las decoraciones del II y III estilo pompeyano. Puesto que su adquisición sólo era posible por una élite muy selecta, el resto de la población cultivada pasó a introducir copias de dichas obras en las decoraciones murales presentes en los ambientes más refinados de sus viviendas.
´´
Normalmente estos pequeños cuadritos aparecen representados con sus marcos originales, pudiéndose observar, como en este caso, que en ocasiones llevaban portezuelas que habitualmente se mantenían cerradas sólo abriéndose cuando se deseaba mostrarlos, para preservarlos de la luz y de las inclemencias del tiempo. Esto era así porque los soportes utilizados eran la madera, el lienzo y, más raramente, el marfil, materiales muy sensibles al paso del tiempo.
.
Aunque los escasísimos ejemplares originales conservados no son de muy buena calidad, sí podemos hacernos una idea de su calidad y acabado observando los retratos de El Fayum, obras de época romana pero que siguen las tradiciones pictóricas de época griega.
.
El ejemplar que he utilizado forma parte de la decoración del II estilo del criptopórtico de la denominada Casa del Criptopórtico de Pompeya, y representa a Ariadna conducida a su casamiento. Ésta es una de mis pinturas pompeyanas favoritas así que no he podido menos que incluirla como parte de la decoración del II estilo del triclinum de la Casa de Vibia Sabina.

sábado, 1 de marzo de 2008

"En el fondo la única cosa interesante es el camino que toman los seres. Lo trágico es que una vez que sabemos a donde van... quienes son, todo sigue siendo misterioso. Y la vida es ese misterio nunca resuelto".
,
Pierrot le Fou, Jean-Luc Godard